Este 29 de mayo, Lyan, el menor secuestrado del seno de su hogar, que acaba de ser liberado, podrá celebrar su cumpleaños número 12, al lado de sus padres, familia y amigos.
Este pequeño, quien a su corta edad, ya cuenta con la amarga experiencia de ser arrancado bruscamente de su hogar, su libertad hoy se convierte en una deuda sagrada con la seguridad, en especial de los niños.
Después de 18 días, de profunda angustia, y gracias al trabajo en conjunto de las autoridades, como la fuerza pública, la Misión de Verificación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Arquidiócesis de Cali, tuvo su recompensa con la liberación de Lyan José Hortua.
Lyan fue secuestrado en Jamundí, Valle del Cauca. Las autoridades señalaron que las disidencias de las Farc, puntualmente la estructura Jaime Martínez, serían los responsables del secuestro y lo habrían atribuido a “un error”. Por información que permitiera su liberación, había una recompensa de $200 millones.
Según informó la defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, el niño se encuentra en buen estado de salud, aunque fue trasladado a la Fundación Valle del Lili, centro asistencial en el que le hicieron exámenes médicos más exhaustivos y determinaron que debía pasar la noche para garantizar un monitoreo completo a su condición; toda vez que el menor padece de asma y requiere de cuidados médicos especiales para no tener mayores dificultades; siendo este el principal temor de su madre, Angie Bonilla.
