Un milagro de Dios, la supervivencia y la inagotable búsqueda, trajeron a los cuatro niños perdidos en la selva de Guaviare
En el Hospital Militar de Bogotá, se recuperan a satisfacción, los cuatros niños que fueron rescatados en la serva de Guaviare, luego de permanecer por cuarenta días perdidos, desde que sufrieron un accidente aéreo, donde fallecieron sus padres.
Esta buena noticia, que ha llenado el corazón de alegría de todos los colombianos, se dio este viernes, a las 2 de la tarde, cuando el equipo de búsqueda informó de la aparición de los cuatro niños indígenas. ¡Un milagro!, es realmente este suceso donde la heroína es la niña Lesly Mucutui, de tan solo 13 años de edad, quien logró mantener vivos a sus tres hermanos menores, ante una inhóspita selva que solo ofrecía peligros e inclemencias.
Desde el pasado 1 de mayo, todo el país vivía incertidumbre y angustia debido al accidente de una avioneta que cayó en la selva del Guaviare, una zona muy complicada para la supervivencia humana debido a las condiciones climáticas y geográficas.
Días después de que se conociera el trágico siniestro, unidades de rescate llegaron al lugar para buscar a los ocupantes de la aeronave y, lamentablemente, tres de ellos fueron hallados muertos.
Lesly Jacobombaire Mucutuy, de 13 años; Soleiny Jacobombaire Mucutuy, de 9; Tien Ranoque Mucutuy, de 4, y el bebé Cristin Ranoque Mucutuy fueron los únicos sobrevivientes de un accidente aéreo el pasado 1 de mayo. Este sábado los menores se recuperan en el Hospital Militar de Bogotá.
Los niños fueron encontrados muy débiles y deshidratados, según contó el Capitán Andrés Chaparro, los niños cuentan que se alimentaron de los frutos que les daba la selva y de los kits de supervivencia que iban encontrando.
Héroes
También hay que destacar el trabajo continuo del equipo de búsqueda de los menores, ellos no se rindieron a pesar de que los días corrían y que se trataba de niños indefensos, que posiblemente no iban a poder sobrevivir a la inclemencia de una selva.
La historia de la búsqueda comenzó a las 7:34 a.m. del primer lunes de mayo. En esa mañana la avioneta Cessna-206 HK-2803 Avianline Charters reportó que tenía una falla en el motor y momentos después se perdió la comunicación con el piloto. El aparato arborizó en Caquetá en una zona prácticamente inhabitada por humanos donde los animales salvajes dominan el territorio. En este viajaban 7 pasajeros.
El personal que de manera inagotable comenzó a buscar a los niños estaba conformado por 200 uniformados de las Fuerzas Militares y 20 indígenas de las comunidades de la zona
Nuestras felicitaciones a los soldados de las Fuerzas Militares de Colombia, a las comunidades indígenas e instituciones que hicieron parte de la #OperaciónEsperanza“, su perseverancia, su insistencia, su paciencia fue importante para que esta historia terminara con un final feliz.
