Economía
Colombianos en el exterior incrementan la compra de vivienda en Colombia durante el Día de la Madre
Viventa reporta un aumento estacional en consultas y cierres por parte de migrantes que, desde el extranjero, invierten en vivienda para asegurar el bienestar de sus madres. Bogotá, Medellín, Cali, son las ciudades con mayor demanda para la compra de vivienda desde el exterior. Cerca del 15% de las remesas que llegan a Colombia se destinan a la compra o pago de vivienda


La celebración del Día de la Madre no solo mueve el comercio: también impacta decisiones profundas relacionadas con el futuro familiar. Así lo demuestra Viventa, firma especializada en la asesoría para colombianos en el exterior que buscan adquirir vivienda en el país. Durante esta temporada, la compañía reporta un aumento en las consultas y cierres de compra, impulsados por migrantes que deciden invertir desde la distancia en un hogar para sus madres en Colombia.
Esta tendencia tiene una raíz social clara. De los más de 18 millones de hogares que existen en el país, 8,2 millones tienen jefatura femenina, según el DANE. Más del 65% de esas mujeres son solteras y, en el 40,3% de estos hogares, hay menores de edad; en un 34,5%, adultos mayores. La vivienda, en ese contexto, se convierte en mucho más que un bien inmueble: es una forma concreta de apoyar, reconocer y proteger a quienes han sostenido generaciones enteras en condiciones muchas veces adversas.
“Sabemos que detrás de muchas decisiones de compra está el deseo de cambiar realidades. Para miles de colombianos en el exterior, invertir en una vivienda en Colombia es una forma de agradecer, pero también de aliviar las cargas y ofrecer estabilidad a sus madres. Es un acto de responsabilidad, visión familiar y propósito”, afirma Sandra Amezquita, presidenta del Consejo de Administración de Viventa.
De acuerdo con datos internos, más del 55% de las decisiones de compra gestionadas por Viventa durante esta temporada están lideradas por mujeres, muchas de ellas madres que residen fuera del país y que no esperan a regresar para empezar a construir patrimonio en Colombia. Al mismo tiempo, una parte importante de los compradores en estas fechas son hijos que desean ofrecer a sus madres un lugar propio y digno donde vivir, como forma de cerrar ciclos, devolver lo recibido o fortalecer los lazos familiares.
“Para quienes han migrado, comprar una vivienda en Colombia no es solo invertir: es preparar el espacio para el reencuentro, asegurarle a su mamá un lugar al que siempre podrá llamar hogar”, agrega Amezquita.
Ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Armenia, Santa Marta, Jamundí, Dos Quebradas y Rionegro concentran la mayor demanda, gracias a su valorización y al significado emocional que conservan para quienes sueñan con regresar o cuidar a los suyos desde lejos.
Además, según datos de la Encuesta de Remesas y Migración Internacional del DANE, entre el 10% y el 15% de los hogares que reciben remesas en Colombia destinan esos recursos a la compra, mejora o pago de vivienda.
Esta tendencia refleja que, para muchos migrantes, la vivienda no es solo una inversión financiera, sino una forma de permanecer presentes en la vida de sus familias, incluso a miles de kilómetros de distancia.
Finalmente, Viventa ha escriturado más de 18.000 viviendas en Colombia para clientes en el exterior, gestionando más de $2,1 billones de pesos en créditos de vivienda. El 66% de estas operaciones corresponde a vivienda nueva y el 33% a usada, con un valor promedio de $162,4 millones por crédito. Más de 3.000 colombianos han adquirido su primera vivienda desde fuera del país con acompañamiento de la firma