Columnas de opinión

El Pacto Histórico hacia el partido unitario

Por Carolina Corcho Mejía

Carolina Corcho, Ministra de Salud

Los griegos concebían la democracia como aquella forma de organización política en la que el poder es ejercido por el pueblo, donde cada ciudadano delibera sobre los asuntos públicos que rigen tanto lo común como lo privado. Álvaro García Linera sostiene que la democracia no se reduce a un conjunto de reglas institucionales o electorales, sino que debe entenderse como una conquista histórica de las luchas sociales y populares, en permanente disputa. En esa medida, la democracia parte de la construcción del poder popular, que emerge de la acción directa y organizada de los movimientos sociales, sindicales, estudiantiles, académicos y civiles.

Hoy, el Pacto Histórico enfrenta una disyuntiva trascendental: ¿convertirse en un partido unitario convencional, que no delibera con sus bases los asuntos esenciales, o abrirse a la potencia transformadora de las múltiples corrientes de pensamiento y acción que habitan en la ciudadanía que acompaña al presidente Gustavo Petro? Esta discusión no es meramente técnica ni procedimental; es profundamente política y estratégica.

Hasta la fecha, se han realizado congresos o asambleas de afiliados en cuatro de los cinco partidos que conforman el Pacto Histórico (Polo Democrático Alternativo, Colombia Humana, Partido Comunista Colombiano y Unión Patriótica), quedando pendiente únicamente el proceso interno de Progresistas, a la espera de resoluciones por parte del Consejo Nacional Electoral, tras su escisión del MAIS. En cada una de estas instancias se ha reiterado la voluntad de disolver la personería jurídica de los partidos y avanzar hacia la construcción de un partido único, como vía para consolidar la unidad programática del pensamiento progresista que ha liderado el presidente.

Asimismo, se ha ratificado lo dispuesto por el presidente Petro en relación con la necesidad de definir democráticamente las candidaturas, a través de mecanismos de consulta popular que, de manera abierta, deben elegir un candidato o candidata única del Pacto Histórico el próximo 26 de octubre, conforme al calendario dispuesto por el Consejo Nacional Electoral. Por lo tanto, quiero compartir las propuestas que considero pertinentes poner a consideración durante el desayuno al cual me ha invitado la coordinación política del Pacto Histórico, para discutir la ruta político-electoral que regirá dicho proceso.

Como hemos señalado en columnas anteriores, consideramos que este proceso debe realizarse mediante una consulta interna abierta, donde la ciudadanía en su conjunto se exprese y otorgue un verdadero mandato popular. Para evitar que candidaturas ajenas a los principios y al programa del Pacto Histórico se apropien de sus banderas, proponemos la creación de un Tribunal Electoral Nacional, con expresiones departamentales, encargado de validar las hojas de vida de los aspirantes, asegurando que no estén vinculados a procesos por vulneraciones graves a los derechos humanos. Este tribunal, además, debe abrir espacios de observación y deliberación para la militancia, a fin de evaluar la coherencia de los candidatos con los compromisos asumidos durante estos años de gobierno.

Proponemos iniciar una campaña de afiliación masiva al partido. El Polo Democrático Alternativo, en su inicio, tuvo alrededor de 500 mil afiliados. Creemos que el Pacto Histórico podría llegar a tener entre 1 y 1,5 millones de afiliados, convirtiéndose en el partido más poderoso de Colombia. Este partido debe someterse al proceso de consulta popular para definir, de manera democrática con las bases, una lista al Congreso cerrada y en cremallera, porque esto permite la paridad. Pero esta debe ser necesariamente organizada por el pueblo, con la participación de unas primarias, en donde la ciudadanía y los territorios definan. Quien debe contar los votos debe ser la Registraduría Nacional.

El candidato o candidata del Pacto Histórico debe asumir las banderas del proyecto y participar en un nuevo proceso electoral en marzo, con las candidaturas del frente amplio, del cual saldrá la persona que enfrentará a la derecha.

Tendríamos toda la disposición de participar en este proceso bajo estas condiciones, que han sido expresadas por el presidente de la República y que compartimos plenamente.

Estoy segura de que, si el partido se convierte en un partido de masas, será un paso fundamental para cambiar la política en Colombia. Confianza en las decisiones y en la voluntad popular. Solo el pueblo salva al pueblo.

Adenda:

El hundimiento de la consulta popular por parte del Senado de la República el día de ayer representa un desafío profundo para la ciudadanía y para quienes defendemos el proyecto de cambio. En coherencia con lo expresado por el presidente Gustavo Petro, hacemos un llamado a nuestros simpatizantes, militantes y organizaciones sociales a avanzar en la conformación de cabildos abiertos en todo el territorio nacional. Estos espacios deben convertirse en escenarios de deliberación, organización y mandato popular, donde el pueblo colombiano exprese sus prioridades, sus propuestas y su voluntad de transformar la política desde abajo.

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