La Unidad de Búsqueda y la JEP hallan las primeras estructuras óseas en La Escombrera de la Comuna 13 de Medellín
En el marco de las medidas cautelares de protección de lugares de inhumación que adelanta la Sección para Casos de Ausencia de Reconocimiento de la JEP, en plena coordinación con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, fueron halladas las primeras estructuras óseas que podrían corresponder a personas desaparecidas en el contexto del conflicto armado en La Escombrera de la Comuna 13 de Medellín. El hallazgo se dio durante la intervención que desarrollan los equipos forenses de la Unidad de Búsqueda y el Grupo de Apoyo Técnico Forense (GATEF) de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la JEP en la zona.
“Estos cuerpos recuperados ahora tienen que pasar por el proceso de identificación; además, hay que recoger muestras biológicas de las familias buscadoras para hacer los análisis y las comparaciones genéticas. Luego sigue el proceso de entrega culturalmente pertinente para avanzar en la dignificación de la memoria y el reconocimiento de la persona querida desaparecida”, indicó Luz Janeth Forero Martínez, directora de la Unidad de Búsqueda.
Este hecho histórico es posible gracias a la acción articulada de las entidades del Sistema Integral de Paz, que dignifica la lucha de las familias buscadoras de la Comuna 13. Durante décadas, madres, padres, esposas e hijos han insistido en la necesidad de intervenir un lugar tan complejo para la búsqueda. Hoy, sus peticiones encuentran una respuesta concreta. Se trata de un logro sin precedentes, una respuesta institucional a sus demandas y una protección tangible de los derechos de las víctimas en Colombia.
Los hallazgos reportados este miércoles ocurrieron mientras el equipo técnico removía la tierra con maquinaria para garantizar la estabilidad del terreno en el área donde se desarrolla la intervención. De inmediato, estas labores fueron suspendidas y los forenses procedieron a analizar lo encontrado. La verificación permitió constatar que se trataba de estructuras óseas humanas y prendas de vestir asociadas a la búsqueda. Esto sucedió en la zona noreste del polígono, por fuera del área priorizada en la fase 5, a una distancia de 2.50 metros de esta. La prospección del lugar donde se ubicó la evidencia forense estaba contemplada para la fase 6 de la intervención.
El descubrimiento de estructuras óseas en La Escombrera coincide con las denuncias presentadas por las organizaciones de víctimas de la Comuna 13 y de defensa de derechos humanos de Medellín, que durante dos décadas han insistido en que este lugar fue escenario de desapariciones forzadas en la década de 2000, periodo de agudización del conflicto armado en la ciudad, donde hay un universo de 502 personas dadas por desaparecidas, según los registros de la Unidad de Búsqueda. En total, en la capital antioqueña, la cifra asciende a 5.912 personas desaparecidas.
El primer hallazgo
Las medidas cautelares que protegen La Escombrera y los derechos de las familias buscadoras de la Comuna 13 de Medellín fueron emitidas por la Sección de Ausencia de Reconocimiento en agosto de 2020. La intervención forense, por su parte, fue finalmente ordenada por la JEP en la audiencia de seguimiento desarrollada el 25 de julio de 2024.
El polígono protegido con medidas cautelares tiene un área de 6.912 metros cuadrados. Dentro de esta zona, hay un área de 2.417 metros que fue priorizada para la búsqueda de personas desaparecidas en la fase 5. Esta fase consiste en la prospección, excavación y revisión de material mediante procedimientos de tamizajes, con el propósito de ubicar evidencia forense.
Esta intervención lleva 146 días de trabajo en los que se han removido 36.450 metros cúbicos de suelo. A cargo de este proceso hay un equipo técnico forense compuesto por una antropóloga líder, tres antropólogas profesionales, un asistente forense y un topógrafo. Además, hay otras 18 personas que trabajan en el lugar, incluyendo ingenieros, maquinistas, topógrafos, operarios, conductores y jornaleros.
“Hoy quiero ser breve. Debo ser breve. No quiero llenar de palabras, de ruido, el martirio solemne y el dolor de décadas, ya de décadas, que aquí se recoge. Quisiera no decir mucho para no perturbar el silencio de las madres ausentes que arañaron esta montaña de escombros con la fuerza del amor, la memoria y la desgarrada esperanza. Quisiera no musitar palabra porque las vocales tienen un sonido profano en este paraje sinónimo de impunidad”, les dijo el magistrado Gustavo Salazar a las víctimas durante el inicio de la intervención forense en la zona.
Los aportes de las familias buscadoras han permitido a la Jurisdicción avanzar en la emisión de órdenes judiciales dirigidas a la ubicación, identificación y entrega digna de las personas reportadas como desaparecidas. Desde 2019, la JEP ha abierto más de 23 medidas cautelares que han permitido proteger más de 80 cementerios y sitios de interés forense en el país, donde podrían encontrarse los cuerpos de las víctimas. Estas medidas han sido tomadas por la Sala de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad, la Sección de Ausencia de Reconocimiento y la Sección de Reconocimiento de Verdad.
Contrastando en terreno
Este tipo de intervenciones forenses requieren una planificación meticulosa y la conformación de equipos multidisciplinarios para garantizar la precisión en la excavación y el análisis de los hallazgos. La participación de especialistas en antropología forense es esencial para el registro adecuado y la interpretación de las estructuras óseas encontradas. A la fecha, el cumplimiento del cronograma de excavación va de acuerdo con lo planeado y presenta un avance del 83% previo al punto de interés forense.
Asimismo, ha contado con la participación de la Alcaldía de Medellín, que ha cumplido con las órdenes impuestas por la Sección de Ausencia de Reconocimiento de Verdad relacionadas con la adecuación de campamentos, el sistema de drenaje y el acompañamiento psicosocial a las víctimas.
Foto: Diego Pérez | JEP